sábado, 11 de julio de 2015

Tesis: Gestión de espacios naturales en la isla de Zapara

Mar, 19 may 2015

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SUMOME

La isla de Zapara, en Venezuela, es un Refugio de Fauna Silvestre y Reserva de Pesca que enfrenta algunas amenazas. La actividad humana puede influir de forma negativa en áreas protegidas, y es necesario establecer planes de mediano y largo plazo que permitan mitigar el impacto de la actividad económica sobre las áreas naturales. Arlene Beatriz Cardozo Urdaneta, para optar por el grado de Máster en Gestión y Auditorías Ambientales de FUNIBER, realizó una investigación para analizar los aspectos legales, físicos, biológicos, ecológicos y socioeconómicos que podrían a tener un impacto positivo o negativo en la zona, y plantear un plan de gestión de espacios naturales que garantice la sostenibilidad del ecosistema en dicha isla. A continuación presentamos un resumen de su tesis y ofrecemos un enlace para descargar el documento.

La actividad del turismo y la falta de un adecuado ordenamiento territorial ponen en riesgo la sostenibilidad del ecosistema en la isla de Zapara; adicionalmente, la actividad extractiva intensiva de la pesca, que se desarrolla en las zonas cercanas al área protegida, incrementan las amenazas para las especies que habitan la zona.

Cardozo reconoce que el bosque de manglar presente en la zona de la isla es fundamental para mitigar la erosión costera de la isla, además manifiesta que los manglares son vulnerables a los cambios de salinidad y los aportes de sedimento que pudieran ocurrir en el área. De acuerdo al estudio realizado, por encima del 33% de la superficie de la isla está constituída por terrenos que podrían dispersarse por acción de la erosión eólica o marina, siendo necesario estabilizar las costas para evitar un impacto negativo en la población y los ecosistemas.

De acuerdo al documento publicado, existen leyes que protegen de forma ineficiente la zona y es necesario desarrollar proyectos para la gestión de este espacio. Al analizar las características de la isla, la investigadora determinó que no existía un sistema de manejo de desechos, el ordenamiento territorial era inefectivo y la comunidad que habitaba la zona realizaba una actividad económica extractiva de forma intensiva con poca diversificación, sumando al agotamiento de recursos del área estudiada. Teniendo en cuenta las características de la isla de Zapara, Cardozo plantea fortalecer la economía local, ejecutar estrategias para conservar y recuperar el ecosistema del manglar, realizar investigaciones sobre la biodiversidad de la isla y mitigar los efectos de aguas residuales.

Como parte del proyecto la investigadora plantea formar líderes emprendedores en la comunidad que habita la zona, desarrollar planes para la conservación de los ecosistemas del manglar, formar a la comunidad para asegurar una gestión socioambiental sustentable, restaurar el ecosistema del manglar, producir de forma sustentable ostras en el manglar y asegurar el tratamiento de aguas residuales teniendo en cuenta técnicas de biorremediación.

La tesis desarrollada por Cardozo aborda distintas estrategias para integrar a la comunidad en el cuidado del área protegida de la isla de Zapara, procurando que los entes gubernamentales, la sociedad civil y los habitantes de la zona se involucren en el desarrollo de estrategias de gestión de mayor envergadura en la región.

Tesis bajo licencia Creative Commons
CC BY-NC-ND

Puede descargar el documento de la tesis desde este enlace: http://fnbr.es/14m

Especialización: La gestión territorial de las unidades de conservación municipales de Guarulhos

lunes, 6 de julio de 2015

RUINAS DE SAN FRANCISCO, PRETENDEN DESTRUIR ESTE PATRIMONIO

RUINAS DE SAN FRANCISCO

POSTED ON JULY 6, 2015 BY MEDELMONTEU

El Monasterio de San Francisco, fue una de las extraordinarias obras de Nicolás de Ovando, que inició su construcción a la llegada de los padres franciscanos a partir de 1508, convirtiéndose en el primer monasterio del Nuevo Mundo.
La parte principal de la iglesia es iniciada por el arquitecto Rodrigo de Liendo en 1544 sobre un montículo, y fue terminada el 23 de julio de 1556. En 1586 fue saqueada por el pirata inglés Francis Drake, y luego se inicia nuevamente su reparación, la cual fue terminada en 1664, pero según los historiadores, en 1673 y 1751, se producen dos terremotos, los cuales causaron seros daños al Monasterio.
A partir de esas fechas, y otras posteriores no menos fatales, el monasterio convertido en ruina ha llegado hasta nuestros días, convertido en uno de los principales monumentos históricos más admirados.
Hoy, 6 de julio de 2015, las históricas ruinas se encuentran en las mismas condiciones que hacen cuatro décadas, cuando otro terremoto, de 1971, le causó su última desgracia, consistente en el desplome de una parte de la bóveda central del templo, y otros elementos de las mismas. Cuando se hizo lo que se pudo, esperando continuar con su consolidación general, a la espera de un serio trabajo de rescate y puesta en valor.

En el transcurso de la semana pasada el gobierno dominicano dio una noticia que ha consternado la sociedad dominicana, en todos sus niveles. El Ministerio de Turismo fue comisionado por el presidente Medina para que asumiera las riendas de un tema que no le correspondía. El que decidió convocar un concurso con el propósito de cumplir con un deber que las autoridades encargadas del patrimonio cultural de la Nación, tenían en agenda, y que solo por falta de recursos, y capacidad administrativa de las mismas, habían tenido que dejar de lado, hasta que surgiera el momento propicio.

Y cuando menos se esperaba, ese momento ha llegado. Pero, a diferencia de lo que se tenía pensado, lo que se les ocurrió a los usurpadores fue aprobar que se convirtieran las ruinas en un modernísimo complejo cultural, cuyo adefesio puede ser observado en las fotos adjuntas.

¿Será posible que el pueblo dominicano permita que se cometa semejante crimen de lesa historia? Y que en medio de momentos políticos tan convulsos, en que ni sabemos donde vamos a parar, se pretenda, como si no se tratara de algo tan importante, imponernos semejante adefesio que, inesperadamente, podría traernos pésimas consecuencias, en todos sentidos.

Dominicanos y extranjeros residentes en República Dominica, al igual que en otros países del Mundo, han lanzado voces de protesta, a las que solo haría falta lo que cualquier pueblo del mundo civilizado, respetuoso de su patrimonio cultural, estaría haciendo ya.

LAS RUINAS TAL Y COMO SE CONSERVAN